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La especialización en la carrera musical ha permitido el desarrollo de virtuosos que nunca antes habían tenido lugar en la historia de la música. Auténticas interpretaciones de una técnica depurada pasan por los escenarios mostrándonos las obras de los grandes compositores.
Aun así, cabe preguntarse si el intérprete especializado tiene una visión verdaderamente completa de la música. ¿Es posible comprender a Beethoven musicalmente sin haber experimentado el proceso creativo de una obra?
Comentando esto con un amigo intérprete el otro día comparamos la forma de pensar la música de ambos. Llegamos a la conclusión que la visión detallista del intérprete le produce una búsqueda de libertad a la hora de tocar y que el compositor por el contrario se siente plenamente libre tocando, pero tal vez descuide el detalle.
La inclusión de ambas disciplinas es vital para hacer avanzar la música, los grandes compositores tocaban la música de otros para estudiarla más que para interpretarla como se hace hoy.
¿Por qué no tomar su ejemplo y realizar un giro en nuestra forma de abordar la música?
Autor: Carlos Danés
Carlos Danés, de 26 años, es un compositor y pianista español que ha ganado reconocimiento por su música inspirada en su fe cristiana. Desde temprana edad, Danés mostró un gran interés por la música, comenzando a recibir clases a los ocho años, inicialmente como una actividad para canalizar su energía. Sin embargo, su relación con la música tomó un giro profundo en su adolescencia, cuando comenzó a entender el verdadero significado de la música en su vida.
Entre sus logros destacados se encuentra el estreno de dos de sus obras en el Auditorio Nacional de Madrid, con una pieza que incluyó el himno de San Francisco de Asís, destacando su compromiso con la espiritualidad en su música.